Este verano en nuestra residencia ha estado lleno de momentos entrañables, actividades compartidas y muchas sonrisas. Comenzamos la etapa estival el pasado 4 de julio celebrando, con mucha alegría, el fin de curso. Fue un día muy especial para todos: recordamos lo vivido durante el año, recogimos los trabajos realizados, nos fotografiamos con nuestros birretes de graduación y, por supuesto, bailamos sin parar. Todo ello acompañado por un delicioso helado que dio el pistoletazo de salida a nuestro verano.
Aunque algunas actividades regulares hacen una pausa, nuestros residentes no se quedan sin propuestas: durante todo el verano hemos mantenido una agenda repleta de talleres y juegos que estimulan cuerpo, mente y espíritu. Hemos disfrutado de actividades lúdicas, cognitivas, físicas y musicales: bingo, gimnasia, juegos de palabras, pasatiempos como “Pasapalabra”, “Scattergories”, “El ahorcado” o “¿Quién es quién?”.
El 7 de julio vivimos una jornada muy especial celebrando San Fermín. Organizamos nuestro propio encierro en el patio (¡con toro incluido!) y cerramos la fiesta con una pequeña verbena, llena de música y buen humor.
El 16 de julio, Día de la Virgen del Carmen, celebramos nuestra tradicional romería por el patio. Nos colocamos el escapulario y nos embarcamos simbólicamente en nuestra peregrinación, que terminó en un animado círculo de bailes y alegría compartida.
También tuvimos nuestro particular homenaje al Día de Santiago Apóstol. Simulamos recorrer el Camino de Santiago a través de diferentes etapas, respondiendo preguntas relacionadas con el camino, y culminamos la actividad con una foto en nuestra simbólica “Puerta de la Catedral de Santiago”.
Y como no podía faltar, en el taller de manualidades seguimos creando con ilusión. Una de las manualidades estrella de este verano fue la elaboración de pai-pai, muy útiles para sobrellevar los días más calurosos.
Uno de los momentos más esperados cada verano en nuestra residencia son las Olimpiadas de Verano, una actividad ya tradicional que llena de energía y risas nuestro patio. Siempre que el clima lo permite, nos encanta realizarla al aire libre. Cada edición incluye nuevas pruebas, lo que mantiene la emoción intacta y asegura muchas risas compartidas.
Entre las actividades realizadas este verano, destacan algunas especialmente creativas y estimulantes:
«Nos vamos de compras»: usando folletos comerciales, los residentes debían identificar, recortar y clasificar productos en la tienda correspondiente. Por ejemplo, introducir tiritas o jarabe en la tienda de farmacia. Una manera divertida de ejercitar la memoria y el razonamiento lógico.
Tapones con letras y números: sobre un tablero con bases de tapones, los participantes debían enroscar el tapón correcto para formar palabras o resolver pequeñas operaciones matemáticas. Una actividad que combinó motricidad fina, cálculo y lenguaje.
Ruleta lingüística y matemática: utilizamos una gran ruleta dividida en secciones, cada una con un reto diferente. Un día tocaban pruebas de lenguaje, y otro día, de cálculo. El factor sorpresa y la variedad mantuvieron a todos atentos y participativos.
“Batidoras por departamentos”: a partir de imágenes de batidoras asociadas a distintos sectores (ferretería, frutería, carnicería, etc.), los residentes debían buscar los precios reales de varios productos en un folleto y luego calcular el total de la compra. Una excelente forma de trabajar atención, lectura y cálculo.
Competiciones de bolos y rana: se organizaron en diferentes jornadas en nuestro patio exterior, generando un ambiente festivo y sano espíritu de competencia entre los participantes.
Juego de los aros: los participantes debían lanzar aros blandos pequeños hacia aros más grandes colocados en el suelo, cada uno con una puntuación distinta. Al finalizar, se sumaban los puntos para encontrar al ganador simbólico. Una forma divertida de trabajar coordinación y puntería.
Este verano ha sido, sin duda, un tiempo de disfrute, conexión y crecimiento. Todas estas actividades forman parte de nuestro compromiso con un envejecimiento activo y feliz, donde el juego y el aprendizaje se combinan con la convivencia y la alegría.
Estamos convencidos de que cada día cuenta y cada momento compartido deja huella.
¡Esperamos con ilusión la llegada del próximo verano para seguir disfrutando del buen tiempo, la compañía mutua y de todas estas actividades especiales que tanto enriquecen nuestro día a día!